Crema gratinada o crème brûlée

Rica y cremosa es sorprendentemente fácil de hacer con muy pocos ingredientes: yemas de huevo, azúcar, nata y vainilla.

Ingredientes

  • ½ litro de nata para montar
  • 1 vaina de vainilla
  • 4 yemas de huevo
  • 80g de azúcar
  • Azúcar moreno de caña para espolvorear

Preparación

Verter en un cazo la nata. Abrir por la mitad la vaina de vainilla, extraer las semillas raspando el interior, y agregarlas a la nata.

Poner la nata a fuego lento unos 5 minutos, sin dejar que llegue a ebullición. Retirarla y dejarla reposar durante 10 minutos para que coja el sabor de la vainilla. Batir las yemas con el azúcar hasta que estén espumosas y agregar la nata a través de un colador. Precalentar el horno a 180º.

Repartir la crema en cazuelitas refractarias y colocarlas en una fuente de horno en la que previamente habremos vertido 2 dedos de agua caliente.

Cocer en el horno durante 30 o 35 minutos. Retirarla y esperar a que se enfríe. Dejar la crema en el frigorífico durante unas 3 horas. Espolvorear con azúcar la superficie y gratinar bajo el grill del horno durante unos 2 minutos, hasta que se caramelice su superficie, y servir.